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Tips para burlar el alcoholímetro

Updated: Feb 20, 2018


Si estas leyendo esto es muy probable que tu interés en este artículo radique en el hecho que acostumbras manejar y tomar. Debe haber un apartado especial en el Rincón del Vago dedicado a eso. Puedes lograr burlar cualquier medida gubernamental pero ¿Es ese el verdadero problema de conducir bajo efectos del alcohol? Tal vez si supieras y entendieras el riesgo real de conducir en estado etílico, no existiría una medida como el alcoholímetro.


Todos te dicen que no tomes y manejes pero ¿Existe alguna relación entre manejar bajo efectos del alcohol y accidentes automovilísticos?

Se estiman 1.2 millones de muertes anualmente a nivel mundial secundarias a accidentes automovilísticos. Tan sólo en México 20 mil personas mueren cada año. El dato más preocupante es que 2 de cada 3 accidentes catastróficos están vinculado directamente al consumo de alcohol de manera demostrable. ¿Cuántos de ellos hubieran preferido enfrentar el operativo del alcoholímetro que encarar su propia muerte?


¿Hay alguna concentración de alcohol segura en sangre para manejar?

No, no existe. Incluso el consumo mínimo es un factor de riesgo para accidentes automovilísticos. Blomberg y colaboradores reportaron aumento en la tasa de accidentes con concentración sérica de alcohol de tan solo 0.01 g/dl. En individuos con concentraciones de 0.08 g/dl el riesgo relativo de accidente aumentó 2.7 veces más que en individuos con concentraciones de 0.00 g/dl. Se ha demostrado que el riesgo relativo de accidente catastrófico se incrementa con los niveles de alcohol ingerido.


¿Cómo influye el alcohol en el conductor?

Conducir es una actividad compleja multitarea en el que se requiere coordinación de todas las áreas cognitivas. Estudios de neurocognición sostienen que la distracción y falta de atención se consideran las mayores causas de accidentes viales independientemente de la causa subyacente. Su ejecución implica una red de control ejecutivo, orientación atencional o posterior, alerta fásica y vigilancia durante todas las fases del proceso. En resumen el conductor se ve entorpecido para enfrentar situaciones de riesgo y reaccionar de manera oportuna a situaciones inesperadas.


¿Por qué nos interesa este tema en Neurocirugía?

La principal causa de muerte en accidentes automotores es secundaria al traumatismo craneoencefálico y constituye también la primera causa de discapacidad en áreas cognitivas, físicas y sociales en jóvenes a nivel mundial. Una de cada cuatro personas con trauma craneal severo necesitará intervención quirúrgica. Las lesiones más frecuentes son hemorragias (hematomas subdurales, epidurales e intraparenquimatosos, edema cerebral, etc), lo debes de saber es que CUALQUIER golpe en tu cabeza tiene consecuencias.


Reflexión final.

La mortalidad por traumatismo craneoencefálico ha disminuido de manera global pero no así la tasa de discapacidad secundaria al mismo. Desafortunadamente las lesiones son graves la mayor parte de las veces, esto implica que vivirás pero probablemente tengas que aprender hablar nuevamente o tengan que alimentarte por una sonda toda tu vida.

Muchos creemos tener destrezas especiales y habilidades únicas que evitarán un accidente, yo más de una vez afirmé ser un conductor excepcional y que incluso “dos cubas” me hacían manejar mejor. Te pregunto querido lector ¿Qué tan hábil eres manejando después de haber tomado? ¿Tú también tienes ese don? Y la más importante, si todos poseemos esas cualidades entonces ¿Quiénes se accidentan?


Me disculpo de antemano por hacerte creer que encontrarías una receta para burlar el alcoholímetro pero entonces esto no sería una página médica.


Gracias por leerme, que tengas excelente semana. Recuerda que hay más artículos que pueden ser de tu interés en este blog.


Dr. Rodrigo Ávila Cervantes, Neurocirujano.



1.- World Health Organization, & World Health Organization. Management of Substance Abuse Unit. (2014). Global status report on alcohol and health, 2014. World Health Organization.

2.-Peden, M. M., McGee, K., & Krug, E. (Eds.). (2002). Injury: a leading cause of the global burden of disease, 2000. World Health Organization.

3.- De Salud S. (2010). Programa Nacional de Alcoholimetría. Manual para la Implementación de Operativos. http://conapra.salud.gob.mx/Interior/Documentos/Manuales/Programa_Nacional_Alcoholimetria.pdf

4.- Blomberg, R. D., Peck, R. C., Moskowitz, H., Burns, M., & Fiorentino, D. (2005). Crash risk of alcohol involved driving: A case-control study.

5.- Langlois, J. A., Rutland-Brown, W., & Wald, M. M. (2006). The epidemiology and impact of traumatic brain injury: a brief overview. The Journal of head trauma rehabilitation, 21(5), 375-378.

6.- Villatoro Velázquez, J. A., Gaytán Flores, F., Moreno López, M., Gutiérrez López, M. D. L., Oliva Robles, N., Bretón Cirett, M., ... & Blanco Ordoñez, C. (2011). Tendencias del uso de drogas en la Ciudad de México: Encuesta de Estudiantes del 2009. Salud mental, 34(2), 81-94.

7.-Roca, J., Castro, C., López-Ramón, M. F., & Lupiánez, J. (2011). Measuring vigilance while assessing the functioning of the three attentional networks: the ANTI-Vigilance task. Journal of Neuroscience Methods, 198(2), 312-324.

8.-Lange, R. T., Shewchuk, J. R., Rauscher, A., Jarrett, M., Heran, M. K., Brubacher, J. R., & Iverson, G. L. (2014). A prospective study of the influence of acute alcohol intoxication versus chronic alcohol consumption on outcome following traumatic brain injury. Archives of clinical neuropsychology, acu027.

9.-Roca, J., Crundall, D., Moreno-Ríos, S., Castro, C., & Lupiáñez, J. (2013). The influence of differences in the functioning of the neurocognitive attentional networks on drivers’ performance. Accident Analysis & Prevention, 50, 1193-1206.

10.-Neuteboom, W., & Zweipfenning, P. G. M. (1984). Driving and the combined use of drugs and alcohol in The Netherlands. Forensic science international, 25(2), 93-104. No

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